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Español

por Felipesynval MCCHJ publicado 07/11/2022 17h48, última modificação 07/11/2022 17h48

Declaración de Misión, Visión y Valores del MCCHJ.

 

Misión: Preservar, conservar y difundir la memoria, la obra, las colecciones y la casa donde vivió el multiartista Hermano José y estimular la producción artística y científica contemporánea en artes visuales, museología y otros segmentos artístico-culturales, en respeto al legado del artista, a la diversidad cultural, ambiental y a la pluralidad de identidades, actuando como mediador entre la sociedad, la comunidad y sus patrimonios culturales, desarrollando acciones en áreas de investigación, de extensión y del aprendizaje de carácter crítico y basado en el diálogo.

 Visión:  Ser un referente nacional en estudio, reflexión e investigación sobre la vida y obra de Hermano José y de las artes paraibanas, promoviendo buenas practicas educativas y culturales en producción, gestión, difusión, democratización y acceso a arte y cultura, afianzándose cómo institución museológica presente en el territorio y en la región, actuando para el desarrollo de circuitos artístico-culturales.

 

Texto de presentación del MCCHJ

 El Museo Casa de Cultura Hermano José (MCCHJ), fue creado el 19 de mayo de 2017, fruto de una donación de la casa y de todo el patrimonio del docente, artista plástico, dibujante, grabador, gestor cultural, poeta, director de teatro, escenógrafo, activista cultural y ambiental, ilustrador y diseñador gráfico Hermano Guedes de Melo, más conocido como Hermano José. El museo representa una fuerte relación de este hombre con la institución en la cual formó muchos de sus colegas, admiradores y seguidores, así cómo, un marco simbólico en la reestructura de los espacios de memoria de la Universidad Federal de la Paraiba (UFPB).

 La antigua residencia fue un lugar en que realizó experiencias artísticas, profundizó sus técnicas, apreció la buena música, sus vivencias privadas, así como la afectividad de sus lazos familiares y teniendo como base la naturaleza que le rodeaba en su cotidiano. Pocos meses después de su fallecimiento, la UFPB unió esfuerzos para la debida adaptación del inmueble en un espacio disponible para visitas públicas con toda la accesibilidad y condiciones posibles para llevar a cabo su proyecto.

 Un equipo multidisciplinar compuesto por profesionales, docentes y alumnos de diversas áreas del conocimiento como Arquitectura y Urbanismo, Archivología, Artes Visuales, Biblioteconomía, Diseño de interiores, Ingeniería Civil, Museología y Restauración de Bienes móviles e integrados, en conjunto con el INSS Cultural, dio inicio al registro de toda su colección, como obras de arte (pinturas, dibujos, grabados y esculturas), vajillas, oratorios, muebles, relojes, material fonográfico, LP´s, CD´s, libros y una serie de objetos que lo clasificaron como un coleccionador de gusto refinado y ecléctico.

 Con una colección tan variada, su antigua casa/taller, pasó por un proceso necesario de intervención, teniendo en cuenta factores como seguridad, accesibilidad y visibilidad, adaptando los espacios y adecuándolos a su nueva utilidad, con estructuras hechas para abrigar las colecciones y, de esta manera, permitir al público el entendimiento de su universo y de sus múltiples facetas, transformándose así en el Museo Casa de Cultura Hermano José.

 La relación de la casa con el mundo exterior, sobretodo el mar y el jardín, son una de las más sublimes características del local, que expresó Hermano José en su verso:

 

“Aquí llegué

Aquí me quedé

Sin que nadie me eche de menos,

Solamente con los vientos oceánicos "

 

 

Curadoria

Bernardina Freire de Oliveira

Bertrand Martins

 

La naturaleza, testigo de su cotidiano

 

El amor por la naturaleza y todo su esplendor sensibilizó Hermano José desde que era muy joven. Desde su ciudad natal en Serraria-PB, escenario de grandes paisajes y de una exuberante naturaleza, que lo definía como  "el lugar de los aromas, de los colores y de la alegría", a las bellezas del litoral paraibano, con sus playas de aguas templadas y cristalinas y acantilados con una gama infinita de colores, que lo incentivó a ser un importante Ecologista y Activista Ambiental, una faceta que se manifestó en todas las áreas de su vida, como en las artes plásticas, en sus escrituras literarias, poesías, textos de opinión y acciones sociales.

Desde que llegó a João Pessoa en 1936, aún adolescente, se encantó con las bellezas naturales de la capital paraibana, en especial, las playas y acantilados del litoral, con destaque para la Barrera del Cabo Branco, que la registró a partir de los años 40 en pintura a oleo sobre diversos ángulos hasta 1956, año en que se mudó a Rio de Janeiro, lo que no impidió de continuar su trabajo sobre la ciudad de João Pessoa, registrando, no sólo las bellezas de la naturaleza en sus pinturas, dibujos y grabados, sino que también denunciando su deterioro, además de actuar a favor del medio ambiente y defensa del patrimonio natural del Estado de la Paraíba.

Con su actividad ecológica, contribuyó directamente para la creación de instituciones civiles de protección ambiental, como la Asociación Paraibana de los Amigos de la Naturaleza (APAN), organización no gubernamental fundada en 1978, con el objetivo de promover la defensa del medio ambiente paraibano y la preservación de los ecosistemas naturales del Estado.

Al volver a Paraíba en 1979, en el inicio de la siguiente década, al lado de su amigo, paisajista y artista plástico Roberto Burle Marx, Hermano José propuso la creación del Parque Cabo Branco, con el objetivo de preservar y conservar la Punta del Cabo Branco, uno de los accidentes geográficos más importantes del país, localizado en el extremo más oriental de las Américas.  Teniendo en cuenta el potencial turístico y la importancia ecológica del local, Burle Marx recomendó que el Parque Cabo Branco preservaría su armonía con la construcción de una barrera artificial que protegería la base del acantilado, que sufre con el desgaste natural de las olas del mar, con la contaminación y también con la intervención humana. A pesar de toda la repercusión, el apoyo popular y del Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico del Estado de la Paraíba (IPHAEP), el proyecto fue archivado.

Como integrante del Consejo del IPHAEP en 1987, lucho junto a la comunidad académica, a los movimientos ambientales y culturales, en protestas contra las construcciones de edificios altos en el paseo marítimo de la capital. En ese contexto, en 1989, fue uno de los principales responsables en convencer a los diputados en la Asamblea Legislativa sobre la necesidad de incluir en la Constitución del Estado de la Paraíba el

Artículo. 229 -  La zona costera, en el territorio del Estado de la Paraíba, es patrimonio ambiental, cultural, paisajístico, histórico y ecológico, en una distancia de quinientos metros, debiendo el órgano estatal de protección al medio ambiente promover su defensa y preservación.

En 1992, participó de la IV Exposición de Arte Bikoo/ten – RIO 92, con el grabado "Cabo Branco, até quando?", junto a otros 24 artistas de diversos países del mundo, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, a Eco-92, con sede en Rio de Janeiro, que reunió jefes de Estado para debatir los problemas ambientales mundiales.

Sus ideas permanecen como un legado y referencia para la preservación ecológica en el Estado de la Paraíba.

 

NO SE HACE DOS VECES

 

 No se hace el mundo dos veces:

Dos veces la Luna,

Dos veces el Mar.

 

No se hace dos veces:

La inclinación de la Cruz del Sur,

La rotación diversa de los Astros,

La luz solar arañando las madrugadas,

Crepúsculos en llamas

Para el sueño de los pájaros.

 

No se hará dos veces:

El rumbo de las olas

Por encima de los cangrejos translúcidos.

Lluvias tropicales

Deslizándose en ríos caudalosos,

Grandes olas nocturnas,

Resolviendo apariciones.

 

Pero, se hará:

Negras espumas de óleos subterráneos,

Nubes asfixiantes en horas imprevisibles,

Mares muertos naufragados en residuos,

Desiertos de verdes calcinados,

Tierra desfigurada de polo a polo.

 

Tierra inútil

Tumba rechazada

Del fracaso humano.

 

El arte del Servicio

 Parte importante de la experiencia gastronómica, el 'servicio', como es conocida la práctica de la organización y del arte de como los alimentos son presentados y servidos, constituye una de las mayores colecciones que posee el MCCHJ.

El conjunto de utensilios, compuesto por platos, cubiertos, vasos, tazas, recipientes para bebidas, entre otros utilizados para preparar y servir los alimentos, se renuevan con el tiempo, incorporando nuevos materiales, formas, estilos, colores y tecnologías en su producción, con el objetivo de transformar el acto de comer en algo placentero y práctico. Inicialmente restrictos a una pequeña y privilegiada porción de la sociedad, estos 'servicios' se propagaron con el aumento de la producción industrial.

En esta colección bastante ecléctica, extraída por Hermano José a lo largo de décadas, tanto para su uso doméstico como por su encanto, está formada por objetos que van de la más refinada porcelana al popular ‘vaso americano’. Procedentes de varios paises del mundo como Inglaterra, Holanda, China y Estados Unidos, los ejemplares de estas vajillas se destacan por la gama variada de patrones y técnicas de producción, como el ‘Patrón Azul Borroso’, ‘Patrón Azul’, ‘Patrón Willow’, ‘Patrón Floral’, ‘Patrón Floral Policromo’ y el ‘Patrón Policromo en Relieve’, producidas entre el final del Siglo XIX e início del Siglo XX.

Aún pueden ser encontradas ejemplares de fabricación nacional, con la presencia de objetos de las marcas Porcelana Oxford, Porcelana Schmidt, Porcelana SRS, Porcelana Porto Ferreira y también de las más populares, presentes en los hogares brasileños, como las fábricas Vidraria Santa Marina, poseedores de las famosas marcas  de refractarios Marinex, Colorex y Duralex, y de la línea Termo-Rey fabricada por la Brasvidros, del Grupo Nadir Figueiredo.

No obstante, el destaque de esta colección son las vajillas de la Porcelana Monte Sião, con el mayor número de ejemplares de varias tipologías, teniendo como diferencial su producción artesanal, de forma exclusiva, con sus delicadas flores azules, en que cada pieza es única.

 

El Arte de los Sonidos y del Tiempo.

 La relación de Hermano José con la Música viene desde la infancia, teniendo como referencia a su padre, Raúl Espinola Guedes, que tocaba órgano y era regente de la banda de la ciudad de Caiçara, región del interior de Paraíba, y a su madre, Maria Alice Espinola de Melo, que cantaba en el coro de la iglesia. El niño Hermano creció en un ambiente que respiraba música y, desde muy temprano, aprendió a interactuar en un universo de sonidos diversos.

 A lo largo de los años, coleccionó un material fonográfico que, actualmente, cuenta con más de 3.000 ejemplares, compuesto por discos de vinilo, CD's y DVD's de diversas épocas y estilos, juntando vários géneros musicales, que van desde la música clásica a la música popular brasileña, del estilo psicodélico de Pink Floyd al romanticismo de Amado Batista.

 Dentro de esta versátil y extensa colección de gustos y géneros musicales, es posible encontrar los discos de artistas de la Era de Oro de la Radio brasileña, como Dalva de Oliveira, Orlando Silva, Nelson Gonçalves, Francisco Alves y Emilinha Borba, entre otros tantos nombres. No obstante, la mayor parte de su colección musical está en la música clásica y nombres como Mozart, Beethoven, Chopin, Rachmaninov e Vivaldi son los más destacados.

 Una de las curiosidades de esta grandísima colección musical, son los objetos de l maestro y compositor Heitor Villa-Lobos. Fan del maestro, en su juventud, Hermano José consiguió un autógrafo de Heitor Villa-Lobos después de una presentación del artista en el Teatro Santa Roza, en el centro de João Pessoa.

 De forma común, reunía amigos en su residencia para debatir sobre artes plásticas, literatura, medio ambiente, poesía y los nuevos lenguajes musicales que surgían en esa época, y es con esta colección musical que el artista nos invita a un paseo sonoro a su universo musical y plural.

 

Biblioteca Profesor Hermano José – BPHJ

Con una colección variada de aproximadamente 3.000 títulos, con obras especializadas en áreas como arte, cultura y humanidades, la BPHJ refleja el perfil de ávido lector de Hermano José que, principalmente, como artista y profesor, se alimentó de variadas fuentes para su formación, explayándose por diversos temas, autores y géneros, desde los más especializados y de carácter académico, a los literarios, fuesen nacionales o extranjeros. Su intensa relación con la lectura dio lugar a la constitución de una biblioteca privada, diversificada y plural, tanto del punto de vista bibliológico como del bibliográfico.

Como unidad vinculada al Sector de Investigación y Documentación del MCCHJ, la BPHJ fue creada, inicialmente, por la colección bibliográfica donada por el propio Hermano José, a la cual se le sumó otros títulos adquiridos posteriormente, que componen la Colección de Investigación y Circulación, fruto de la política de adquisición, actualización y ampliación de colecciones con obras de áreas como artes visuales, literatura, cine, artes escénicas, cultura y sociedad, entre otras humanidades, como filosofía, historia, historia del arte, psicología, además de enciclopedias históricas y artístico-culturales, diccionarios especializados y catálogos artísticos, actuando como unidad independiente, con acceso integrado y conectado al Sistema de Bibliotecas de la UFPB.

Misión: Asegurar el acceso y la democratización de la información para la producción del conocimiento en áreas como arte, cultura y humanidades, a través de su colección, sus servicios y acciones, contribuyendo para el desarrollo de actividades de Enseñanza, Investigación y Extensión del Museo Casa de Cultura Hermano José y de otras instituciones semejantes, asumiendo la responsabilidad de resguardar y difundir la memoria y el patrimonio científico y cultural sobre su custodia.

Visión: Ser reconocida como una biblioteca especializada de excelencia y referencia en ámbito nacional en la gestión y mediación de la información, en la prestación de servicios y en el estímulo a la producción científica y cultural, con una colección que atienda a los pedidos de la comunidad académica y de la sociedad en general.

 

Lo Sagrado en Hermano

La religión siempre estuvo presente en la vida de Hermano José, hasta antes de su nacimiento. Según el artista, su madre, Maria Alice Espínola Guedes, quería que su nombre fuese Hermano José, en homenaje a San Hermano José Steinfeld, santo de la Iglesia Católica nacido el 24 de mayo de 1150 en Colonia, Alemania, aunque, por motivos ajenos a su voluntad, consta en su registro de nacimiento el nombre Hermano Guedes de Melo. No obstante, ese nombre fue tan usado por la familia que se consolidó en el colegio, y que terminó usándolo después como nombre artístico.

Catolico, para Hermano José era un ritual familiar participar de las misas y siempre que podía llevaba a sus familiares, como sobrinos, primos, hermanos y también amigos que buscaban en la espiritualidad un alivio para los problemas cotidianos. Se sentía tan bien cuando estaba en medio a esa atmósfera sacra que buscaba frecuentar todos los años a la Misa del Gallo antes de la cena navideña, a pesar de no ser devoto a ningún santo, tenía un cariño especial por la figura de Nuestra Señora de Aparecida.

Esta devoción al Catolicismo se extendió a una de sus colecciones, que guardaba  con cariño en su habitación. La colección consta de oratorios, crucifijos, objetos litúrgicos y de devoción y decenas de imágenes de santos de diversos orígenes, producidos entre el final del siglo XIX y el tercer cuarto del siglo XX, en estilos que van desde el barroco al arte popular, confeccionados en madera policromada, metal y cerámica, que expresan la belleza artística de lo imaginario religioso.

 "La paz

La paz para adormecer

Soñar que los hombres se olvidaron del mal

Y se amen como así mismo

Para siempre

Tanto en la tierra como en el cielo"

 

Hermano José

 

Hermano José, el coleccionador acumulador

 Coleccionador diversificado y, a veces, caótico, Hermano José constituyó una gran colección museológica, archivística y bibliográfica. Este primer tipo de colección es formada por pinturas, dibujos, grabados, esculturas y cerámicas. La mayoría de las colecciones posee una cantidad significativa de objetos, que, antes de la creación del Museo, se encontraban esparcidos por todos los rincones de la casa y mezclados entre cajas y muebles.

 La colección de porcelanas, y lozas, una de las más grandes, posee centenas de ítems que van de las marcas más populares a las mas sofisticadas fabricantes como Maltese y Albany. En el campo de lo imaginario, tenemos oratorios, imágenes de culto y adoración a lo sagrado, que van del estilo barroco al arte popular.

 La colección de muebles está compuesta por más de 100 unidades, entre armarios, guardarropas, mesas, camas, bancos y sillas. Su colección fonográfica está compuesta por 2.500 CDs y 400 discos de vinilo, mostrando un perfil ecléctico del oyente musical Hermano José, que se complementa con la colección en audiovisual formada por cintas VHS y DVDs.

 Los relojes demostraban el Chronos del coleccionador-artista, una colección con un total de 40 relojes de bolsillo del inicio del Siglo XX, la mayoría de relojes suizos Ômega, además de relojes de pared que hacían del tic-tac del cotidiano un arte.

 Otra colección, la bibliográfica, está formada por, aproximadamente, 2.800 ítems, entre libros, revistas y periódicos, de vários géneros, entre científicos y literarios, que, reunidos, componen la Biblioteca Profesor Hermano José. Además de todo eso, es posible añadir la colección archivística, con 4 metros lineares de documentación, entre ítems personales como: cartas, textos, anotaciones, reflexiones. Institucionales como: oficios, diarios oficiales, proyectos, entre otros, que muestran desde su intimidad hasta su actuación pública en instituciones culturales del Estado de Paraíba.

 Registros muestran su casa con todos estos objetos, enseñándonos un mundo a parte lleno de objetos de artes y otros no tan artísticos, pero cada uno de ellos formando el verdadero perfil de Hermano José. No es por casualidad, que cuando aún era vivo, se quejaba de la dificultad de mantener su colección personal, debido a su gran tamaño.

 

El Educador, investigador y gestor cultural

En 1947 se funda en la Capital paraibana el Centro de Artes Plásticas de la Paraíba (CAP), como primera experiencia pedagógica permanente en la difusión de la enseñanza de las artes plásticas, que, posteriormente, dieron continuidad con el Grupo Tomás Santa Rosa y el Departamento Cultural de la UFPB. Al lado de José Lyra, Olívio Pinto, Leon Clerot y Pinto Serrano, a sus 25 años, Hermano José descubrió su vocación para la docencia, promoviendo, incentivando e iniciando los trabajos artísticos de nombres como Clarice Lins, Ivan Freitas, Archidy Picado y Breno Matos, hasta las posteriores generaciones como Flavio Tavares, Miguel dos Santos, Fred Svedsen, Clóvis Junior, Martinho Patrício y Walter Wagner, que mantuvieron con él una relación de respeto, admiración y amistad.

Además de la enseñanza, el CAP fue un productor de arte local, revelando nuevos talentos, sus miembros ganaron proyección participando activamente de las ilustraciones de libros, revistas y periódicos paraibanos, en especial el Correo de las Artes, así como, en exposiciones anuales colectivas, como por ejemplo la que ocurrió en 1950, en el recién inaugurado Edificio Sede del Instituto de Previdência e Aposentadoria dos Servidores do Estado (IPASE), que contó con la presencia de José Lins do Rêgo.

Después de pasar un tiempo en Rio de Janeiro (1956/1976), Hermano José vuelve a su tierra natal y a la capital paraibana (João Pessoa) donde inicia la docencia en la UFPB. Instala el Laboratorio de Grabados en Metal y se vuelve profesor de la disciplina de Grabados. Enseguida, pasa a integrar el Consejo do IPHAEP, y a defender el patrimonio cultural edificado, artístico y natural paraibano, como forma de preservación.

Al final del año de 1978, al lado del entonces Gobernador Ivan Bichara, idealizó el primer Museo de Arte de Paraíba, con la finalidad de coleccionar el arte paraibano, desde el siglo XIX, además de moderna y contemporánea, integrando la comisión organizadora al lado de artistas como João Câmara y Gilvan Samico. A pesar del envío del Proyecto de ley a la Asamblea Legislativa Estatal junto al proyecto arquitectónico, que permitiría la construcción de un nuevo Museo, los planos cambiaron de rumbo con la salida y candidatura del Gobernador al Senado Federal.

Al asumir el Gobierno de la Paraíba en 1979, Tarcísio Burity instala en el barrio de Tambauzinho un nuevo equipamiento cultural: la Fundación Espaço Cultural José Lins do Rêgo (FUNESC) en 1982, proyectado por el arquitecto y urbanista Sérgio Bernardes, con la propuestas de un Centro de Convenciones para la realización de grandes eventos.  A pesar de haber algunas audiencias públicas para la instalación del Museo, dentro de la FUNESC, el proyecto fue archivado por falta de acuerdo entre las partes. No obstante, Hermano José, profesor de la UFPB, asume la Coordinación del Sector de Artes Plásticas de la nueva institución, donde enseño dibujo y organizó las primeras exposiciones.

La carrera docente de Hermano José, mientras estuvo en la UFPB, fue fructífera para el campo de las artes y reforzó la enseñanza y la investigación en esa área. Una de sus últimas realizaciones, antes de jubilarse, fue presidir la Comisión de creación de la Pinacoteca UFPB en 1987, de la cual fue su primer Coordinador, con el objetivo de juntar la colección artística de la institución, crear el primer Museo de Arte en João Pessoa y construir un espacio de investigación y referencia de las artes visuales. La Pinacoteca está vinculada al Departamento de Artes del Centro de Comunicación, Turismo y Artes (CCTA), un espacio para promover la enseñanza, la investigación y la extensión en el campo de las artes visuales de la UFPB.

Otra acción gestora ocurrió despues de asumir, en 1993, el Departamento Cultural del Ayuntamiento Municipal de João Pessoa, fue la implementación del proyecto escénico de la Pasión de Cristo y la retomada del Salón Municipal de Artes Plásticas (SAMAP), evento nacional, considerado referencia en términos de difusión y revelación de nuevos talentos.

Su trayectoria de educador se dio al mismo tiempo al de investigador y gestor cultural!

 

El arte en los bastidores

De las telas pintadas en "plein air", al pié de la barrera del Cabo Branco, a las 'cajas negras' de los palcos de los teatros, el artista mostró todo su talento tambien como director, encargado de sonido, escenógrafo y diseñador de vestuario.

Invitado por Ruy Eloy, que era el Presidente del Teatro de los Estudiantes de la Paraíba, en 1955, para dirigir la obra “Cantam as Harpas de Sião” (1948), de Ariano Suassuna, obra escrita en un único acto, que posteriormente pasa a llamarse “O Despertar da Princesa”,  presentada en el 'Theatro Santa Roza'. A pesar de poseer un palco de menor dimensión que el actual. Hermano José creó una atmósfera escenográfica de gran impacto dramático que la obra exigía; La banda sonora envolvió las Seis Suítes para Violoncelo de J.S. Bach (1685-1750), en ejecución grabada por el violoncelista y maestro catalán Pablo Casals (1876 - 1973); en la formación del elenco, los jóvenes debutantes Celso Almir y Auzenda Ferreira, se destacaron con sus actuaciones y contribuyeron con el éxito del público y crítica que, en aquella época, ya se veía la importancia de la obra en promover un movimiento dramático de relevancia, en la lucha por la relevancia del teatro en Paraíba.

El debut del espectáculo tuvo la presencia de Ariano Suassuna, acompañado de su madre, la Sr.ª Cássia Vilar. Al final, el escritor autografó una de las pancartas de la obra, en la cual comentó,

“Hermano: Pude ver que conseguiste con creces dirigir mi obra. El abrazo de Ariano".

Aún en la década de 1950, por la escenografía de la obra “A Corda”, fue premiado con la Medalla de Plata en el II Festival Nacional de Teatro, en Natal-RN. También fue escenógrafo de la obra “O Grande Teatro do Mundo” de Calderón de La Barca, presentada en el Adro do Convento de Santo Antônio, actual Centro Cultural São Francisco en la Capital paraibana.

Considerada una de sus osadías en este campo de actuación fue el proyecto escénico, al aire libre, “La Pasión de Cristo”, implantada en su gestión, al asumir en 1993 el Departamento de Cultura del Ayuntamiento Municipal de João Pessoa. Sus primeras presentaciones ocurrieron en la Plaza Pedro Américo, en frente al Teatro Santa Roza. Posteriormente, el espectáculo pasó a ser realizado en la Plaza Vidal de Negreiros, también conocido como Ponto de Cem Réis, contando con un equipo de 150 personas entre actores, músicos, bailarines y apoyo técnico, para un público de, aproximadamente, 25.600 personas, presentada en ocho sesiones y que se celebra anualmente durante la Semana Santa.

 

 

El arte impreso

 Fue en las artes gráficas, con ilustraciones para periódicos, poemas, pósters, catálogos, invitaciones y capas para libros, que Hermano José comenzó a tener su trabajo reconocido, con la premiada obra "Vencida", publicada en el periódico Diário de Pernambuco, el 19 de julio de 1948.

 Actuó en varios vehículos de comunicación, siendo uno de los principales el periódico "A União", que publicaba en sus ediciones de domingo, en el apartado literario "Correio das Artes", artículos, viñetas y poemas, al lado de Simeão Leal, Thomás Santa Rosa y de artistas en evidencia, de renombre nacional e internacional, destacándose Quirino Campofiorito, Yllen Kerr, José Tinet, Fokko, Guy Mees, José Pancetti y Oswaldo Goeldi, entre otros.

 Se destacan como las más importantes, las ilustraciones para el periódico "Diretriz" (1956), del cuento de Franz Kafka "O Artista do Trapézio" y del sexto poema del libro "O Aeronauta" (1952), de Cecília Meireles, escritora con la cual mantenía una amistad cercana, además de los catálogos del Festival de Areia – Artistas plásticos paraibanos - década de los 70, de los carteles para el VII Salão Municipal de Artes Plásticas (1996), y del Salão O MAR.

 Las capas de los libros con los versos folclóricos del poeta Quito Dias, "Gemidos Matutos" (1955), de los romances "Éxodo - A nascente dos paus de arara” (1952) y “Êxodo II - A Miragem do Sul” (1954), ambos de José Rafael de Menezes, se suma la publicación “Recursos Educativos dos Museus Brasileiros” de Guy José Paulo de Hollanda (1958), promovido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), con la colaboración del gobierno de Brasil, que tuvo como objetivo presentar el repertorio de los museos nacionales en la década de cincuenta.

 No obstante, fue en el periodo que trabajó como empleado del "Banco do Brasil", a partir de 1945, en el ámbito de la comunicación corporativa, que su creatividad artística elevó el nivel de las piezas gráficas y de periódicos de la institución, como los “Cadernos de Encargos” y de la “Revista AABB – Associação Atlética do Banco do Brasil”.

 

De lasa/Taller al Museo Casa de Cultura Hermano José

 

 Construida en el barrio de Bessa en 1979, frente a una de las más bellas calas de la costa de João Pessoa, con vistas a la Barrera de Cabo Branco, Hermano José construyó su casa-taller, bajo la responsabilidad técnica de su hermano, el Ingeniero Civil Silvio Guedes. Concebida por la pareja de Arquitectos y Urbanistas Antônio Amaral y Maria Berenice, a pedido del artista, dos referencias constructivas fueron incorporadas al proyecto y se convirtieron en la identidad de la residencia: las arcadas de las terrazas laterales de la casa, inspiradas en los arcos de la terraza de la Iglesia de la Orden Tercera de San Francisco (João Pessoa-PB) y la sala central con techos de doble altura, que recuerda a la de Engenho Baixa Verde (Serraria-PB).

 Al donar formalmente todos sus bienes a la UFPB, en         marzo de 2015, mediante escritura pública de donación, registrada en Notaría, en un gesto benévolo, el Hermano José manifestó su deseo personal de transformar el lugar en una especie de Casa de Cultura, estableciendo como cláusula de encomienda al donatario:

 “Usufructo vitalicio, del donante; se crea el Centro Cultural con su nombre, dentro de los 24 meses siguientes a la fecha del fallecimiento del donante; garantizar la renovación de la casa, con condiciones favorables para la visita pública; manejar técnicamente todos los objetos; garantizar la restauración de la Casa y objetos de arte; preparar un proyecto de uso artístico del inmueble; permitir la visita pública, así como garantizar las condiciones de seguridad y conservación del inmueble y todo lo que lo acompañe. ”

 Tras su muerte el 21 de mayo de 2015, la casa fue cerrada hasta la finalización de los proyectos de intervención del inmueble. Solamente en diciembre de 2016, fue desocupada y, a partir de entonces, todas sus pertenencias fueron asignadas a la UFPB y pasaron a ser catalogadas por un equipo multidisciplinario, iniciándose los trabajos de remodelación, así como la elaboración y ejecución del Proyecto Expográfico y Plan del Museo.

 La adaptación del inmueble, de Casa/taller para Museo Casa, un reto único, con un volumen considerable de objetos y obras de arte, necesitaba de una curadoria capaz de presentar una narración de forma cronológica, ordenada y didáctica, para potenciar los múltiples rostros de Hermano José. En este sentido, todos los espacios fueron reconfigurados y adaptados al nuevo uso, con un enfoque de seguridad, visibilidad y accesibilidad, destinando los ambientes para actividades administrativas, biblioteca, espacios de recepción, salas y galerías para exposiciones temporales y de larga duración, haciéndose efectivos , el 9 de mayo de 2017, en el Museo Casa de Cultura Hermano José. Un deseo reflejado por él en los fragmentos del poema "Cumplices da Criação": Ca

 

 Rescatar la imagen

Atrapada en el vacío

Y devolverla a la luz del tiempo

 

Aquí está el trabajo de los que trabajan.

Visiones nebulosas

Iluminadas a cada instante

En los insomnios de la existencia

 

Por caminos velados,

Donde las pasiones luchan ante la adversidad,

Camina por el sendero libre,

Cosiendo tejidos arquitectónicos

En colores desconocidos

 

Aparecen rostros alucinados

Con miradas fijas,

Confundiéndose con la duda

Entre el amor y el odio

Sonrisas interrumpidas

En cerrados horizontes,

Donde las palabras se callan

Sin decir nada más.

            [...]

 

Hay un mundo recreado

En rojas explosiones,

marcando el comienzo y el fin

de los nítidos contornos de la vida.

Hay una angustia contenida

En los espacios ocultos de la forma,

En un sentimiento de espanto

en el que se encuentran hombre y artista

cómplice de la creación.

 

Hermano José


Hermano José, el Artista

 Hermano José se desarrolló artísticamente en numerosos y diferentes contextos, lo que le permitió diversas aprehensiones y posibilidades de expresión, proyectándose a sí mismo y a las artes de Paraíba. En su casa-taller, espacio de experiencias e intercambios artísticos, Hermano recibía amigos y artistas, trayendo a escena la producción de nuevos artistas visuales paraibanos, preocupados por generar mucha más visibilidad para las nuevas generaciones y otros con quienes artísticamente simpatizaba. Hermano fue, antes de todo, un incentivador de las artes y de los artistas, hablaba de su arte de forma sutil, su taller, lugar sagrado, donde pocos tenían acceso. Con su peculiar forma de ser, llegó a muchos lugares, participó en muchas exposiciones y homenajes a lo largo de su vida.

 Con formación adquirida en Europa, participó en numerosas exposiciones colectivas e individuales. Sus obras estuvieron presentes en el Museo de Arte Moderno/SP, en Chile, Inglaterra, Canadá, Argentina, España, Holanda, Roma, como grabado que integra la colección del Museo de Arte Moderno (MoMA), de Nueva York, además de muchas otras exposiciones en Brasil y en João Pessoa.

 Hermano José se dividió entre exposiciones y homenajes, a partir de la década de 2000 presentó su colección de obras sobre lienzo en la exposición “La Colección Hermano José” (2002), en la Pinacoteca de la UFPB y también en Casarão 34. Fue homenajeado durante el VII Festival Nacional de Arte - Fenart, con la Sala Especial de la Bienal de Grabado, y la inauguración de la Biblioteca de Arte Hermano José en el Centro Cultural Zarinha, cuando se mostró el documental "Hermano José, Vida e Obra", producido por la institución. En 2011 compuso la exposición “As cores que pulsam” y al año siguiente fue homenajeado por sus 90 años con la exposición “Hermano José”, ambas en la Galería Gamela, exhibiendo un conjunto de 19 obras en acrílico sobre tela, en que revisita el estilo neo-concreto. Finalmente, en 2013 se realizó su mayor retrospectiva, con una exposición promovida por Usina Cultural Energisa, en el programa 10 Años - 10 Exposiciones, titulada "Hermano José - Completitud en la vida-obra", cada una en su tiempo y manera, acompañado de la sensibilidad de sus curadores.